Relatos personales: Constanza

¡Hola! soy Constanza y les contaré cómo ingrese a Educación Parvulario en la UDP. El año 2015 salí del colegio y al no tener claro qué estudiar decidí hacer un año de preuniversitario. A lo largo de ese año pensé en muchas carreras, hasta que un día me puse a investigar qué era ser educadora de párvulos realmente y me llamó mucho la atención, sin embargo, aún no estaba 100% convencida, es más entre a la universidad con mucho miedo a que no me gustara la carrera y debiera cambiarme. El año 2017 entre a estudiar Educación Parvulario, pero no en la UDP, sino que, en otra universidad, estudié 2 años en esta universidad, aprendí muchísimo y me enamoré de la carrera, pero la organización de esta institución no iba con mi tipo de estudiante, por lo cual decidí cambiarme. Fue una decisión complicada, porque al entrar a la universidad uno espera terminar la carrera ahí y en los años estipulados, sin embargo, es algo más común de lo que pensamos, ya que en el camino nos podemos dar cuenta de que queremos realmente y también que esperamos de la carrera y de la universidad.

Decidí postular a la UDP porque siempre fue una de mis opciones para estudiar y además tenía muy buenas referencias de ella, así fue como postulé por Admisión Especial, en la cual debes presentar tus notas de la otra universidad, las asignaturas que tuviste y la razón del cambio de institución. Fue un proceso que me permitió crecer, ya que era una decisión que no podría anular, por lo tanto, tuve que meditarlo mucho e informarme completamente de cómo era la formación en la UDP. Finalmente, mi postulación fue aceptada y entré a estudiar, esto me tenía muy contenta y con más esperanzas para mi futuro. Sin embargo, un aspecto negativo al ingresar fue la convalidación de ramos, ya que en la universidad anterior aprobé 24 asignaturas y en la UDP solo me convalidaron 4 de ellas, esto me desanimo por un tiempo, ya que me hizo creer que estas asignaturas aprobadas fueron una pérdida de tiempo o que quizá no fue una buena decisión, puesto que mi año de egreso no sería el que yo pensaba. Aun así, con el pasar del tiempo acepte esta situación y no me arrepiento del cambio, ya que establecí mejores relaciones con mis compañeras y la universidad posee la organización y formación que yo espero como estudiante.